Mauro Pertossi dijo que no puede creer por lo que están siendo acusados sus dos hijos y sus dos sobrinos. «Fueron tres años de mucho dolor», aseguró.
En las últimas audiencias del juicio que se está desarrollando en Dolores, que tiene como imputados a 8 rugbiers por el asesinato de Fernando Báez Sosa, los acusados comenzaron a declarar. Lloraron, pidieron disculpas y dijeron que en ningún momento tuvieron la intención de matar.
Respaldado ese discurso, el padre de los hermanos Pertossi, Mauro, habló con los medios y dijo: «Mis hijos no son asesinos, son chicos, son adolescentes, son vagos como le decimos, pero no puedo creer por lo que se les está acusando».
Mauro Pertossi: «Mis hijos son chicos, son adolescentes, no puedo creer por lo que se les está acusando».
Mauro es padre de Ciro y Luciano, y tío de Blas Cinalli y Lucas Pertossi.
El hombre aseguró que su familia está destruida. Además de enfrentar el juicio, fue despedido de la empresa Toyota, donde trabajó 25 años, aseguró. «Hemos pasado necesidades. No consigo trabajo y el sostén de mi familia es mi esposa«.
Y agregó: «Es una desgracia. Uno cree que las cosas están encaminadas en la vida, llega esto y no sé qué pensar. No puedo creer que estemos viviendo este momento”, sumó.
Mauro se puso a llorar y dijo: «Fueron tres años de mucho dolor, hay mucho dolor, no hay día que no me levante con insultos. Es un dolor terrible para todos y es terrible lo que se dice«.
Ante eso, los padres de Fernando, Silvino Báez y Graciela Sosa, se mostraron molestos y dijeron que aquí la única víctima es su hijo. Tanto que le pegaron que no pudieron donar los órganos de su hijo porque no servía ninguno.
«Lo que le digo a la sociedad es que acá la única víctima es Fernando. Él se anotó hace algunos años como donador de órganos, pero por la patada y los golpes que sufrió no pudo dar ni uno de sus órganos«, dijo Silvino.
